DIFUNTOS, BARCOS Y COSTUMBRES
Todos los lugares del mundo tienen magia. En esa magia nos sentimos identificados, sintonizados, enredados culturalmente, históricamente, familiarmente, y en definitiva eso es la empatía.
Dar detalles de Sicilia sería más que obvio y casi aburrido; demasiada información e historia conocemos. Pero los detalles subjetivos de una forastera, son muy buenos a la hora de contar.
Los seres humanos estamos llenos de defectos, dolores, resentimientos, broncas, vulnerabilidades, felicidades, amorosidades, solidaridades, acompañamientos, entre otras cosas, independientemente del lugar donde habitemos.
En las islas Eólicas, los barcos, naves, veleros, alíscafos, botes y diversas embarcaciones, son el único medio de transporte para llegar a otras islas o al continente. Es muy común verse mirando por la ventana contabilizando horas y llegadas, como quien en una ciudad se asoma para ver el tráfico de autos y buses.
Durante los dos últimos meses, han fallecido en la isla donde me encuentro ahora Panarea, varias personas y lo más significativo de ello, es que algunas eran muy jóvenes. Ante tales sucesos, la gente del lugar está conmovida, enrarecida, empática, dolida y más unida.
Para mi sorpresa, aún en el año 2020, los velorios suceden en las casas, donde en un lugar de preferencia, es velado el difunto, a veces en su cama y otras en los cajones, que por cierto llegan del continente en una nave, y no siempre puntualmente.
La iglesia se completa de creyentes y acompañantes de la familia y las situaciones de dolor y acompañamiento desbordan al mejor estilo siciliano.
Los entierros en el cementerio lo hacen los propios habitantes; no hay ascensores para subir o bajar ataúdes, todo es hecho entre los hombres, preferentemente los trabajadores de la construcción, que gozan de mejor estado atlético. No hay silencios absolutos, hay miradas; voces que se alzan para indicar como acomodar mejor las flores o salir del sol abrazador.
Es muy difícil acompañar a un familiar en tiempos de pandemia para cualquier humano, en especial hoy, para un siciliano. El abrazo queda apretado hasta los dientes, los barbijos tapan las bocas llenas de dolor y se mojan con las lágrimas que atrapan.
Hoy es sábado y la nave que va y viene de Nápoles acaba de partir. Antes de hacerlo, ha tocado tres veces su bocina como símbolo de empatía y acompañamiento a la familia del difunto.
Costumbres son costumbres y es maravilloso que el tiempo las mantenga vivas.