Auto-Sanarse
En la antigüedad, la medicina estaba en manos del sabio y anciano de cada pueblo o tribu. Cuestiones históricas que ya todos conocemos, hicieron que poco a poco pongamos nuestra salud en manos externas, sobre todo corporaciones y entidades comerciales que muy poco les interesa la salud.
Desde hace un tiempo hemos comenzado a retornar a las fuentes buscando alternativas más naturales y caseras. Nos contactamos otra vez con los originarios, comenzamos a interactuar con ellos, estudiamos y nos imbuimos de sus medicinas.
Cada continente, tiene características y creencias particulares; conocer todas y sobre todo probar todas, nos da una apertura de consciencia más amplia. Algunas van de la teoría a la práctica y otras de la práctica a la teoría, pero las originarias netas tienen algo en común, estén en el continente que estén. Por un lado, la conexión con la tierra, el respeto, agradecimiento, cuidado y veneración, por el otro, las enseñanzas de la auto-sanación y por ende el desarrollo de la capacidad de asumir la enfermedad como la ausencia de salud, provocada en la mayoría de los casos, por no seguir las leyes naturales. Esto implica no poner afuera, sea en el médico, curandera o sanador, la responsabilidad de ésta relación enfermedad-salud.
Por lo tanto, de nada sirve cambiar una medicina por otra, si no lo vamos a hacer con esa consciencia plena de saber, que quienes nos ayudan son solo canales y no seres mágicos llenos de poder; que el poder está dentro de nosotros y nadie puede hacer desde afuera que sanemos si no está en nuestra convicción hacerlo.
La medicina natural, sea oriental u occidental, propone siempre la prevención de las enfermedades; no las niega y no tapa los síntomas, sino todo lo contrario, deja que éstos afloren y busca medicinas para acompañar ese fluir.
Debemos mirar la enfermedad de frente con coraje y asumirla; hacer algo así como un pacto con ella para que nos de la información que nos trae y luego abrirle la puerta y acompañarla a salir.
La aceptación de ser humanos normales y vulnerables nos hace más simples y más sanos.
Ir en contra de la corriente nos da más problemas que soluciones; es bueno aprender a pilotear la vida y dejarnos llevar por ella.
Te invito a probar, sin prejuicios, pero con responsabilidad; a veces por la inconciencia de algunos que solo buscan dinero, pagamos todos los que hacemos las cosas con profesionalismo y responsabilidad.
Todo está a tu alcance y en tus manos; es momento de comenzar una nueva vida.