La generosidad es un acto de amor incondicional. La madre Teresa de Calcuta sostenía que ¨dar es cuando te arde hacerlo¨.
Hace algunos años, en Perú, mi amigo Edizón se enamoró de un cuenco tibetano que me había comprado en un viaje a Nepal. Tenía claro que tal vez nunca más volvería a ese maravilloso país, pero que él, cada vez que lo escuchaba se estremecía, así que el último día antes de volver a mi país, se lo regalé, y doy fe que me ardió hacerlo.
¿Te has preguntado si realmente eres generos@? ¿Si cuando das lo haces por amor o de puro corazón?
La mayoría de las veces damos porque está en nuestro mandato familiar hacerlo, porque así nos lo han enseñado nuestros padres, la sociedad, la cultura y la religión. Otras veces damos porque tenemos algún interés o por algún rédito que queremos sacar de esa situación. Y lo cierto que si damos de ésta manera lo estamos haciendo ¨desde la carencia¨, sin tomar consciencia plena que el universo, la vida o Dios, nos va a devolver más carencia.
Sugerencia, intenta desde hoy empezar a ¨dar por que sí¨, sin explicación, sin razonamiento, sin pensar en el futuro y no importa a quién, a veces cuanto más desconocido o más lejano a nuestro circulo es mejor.
Rosaria Verissimo-Terapeuta Floral-Yoga-Biodescodificación-Psicomagia