Dos palabras diferentes pero muchas veces mal usadas.
Cada una tiene una energía, una intención y un propósito diferente.
Si nos vengamos de algún daño que hemos recibido, nos mueve el odio, el rencor y el resentimiento. Necesitamos devolverle al otro desde nuestro ego herido y lo hacemos porque estamos desconectados con el amor y con la unidad universal entre todos los seres humanos.
En cambio, si buscamos justicia, evitamos que otras personas pasen por una situación igual o similar; encontrando el equilibrio y armonía, liberándonos, sanando y creciendo espiritualmente.
En síntesis, somos uno con la creación, si actuamos con compasión y consciencia dejamos de perpetuar ciclos de dolor, sobre todo generacionales.