(ésta conversación la escuche en silencio hace unos días en la playa)
Fue la pregunta que ella, a quien llamaré Marisa, le hizo a su hermana Nadia, mientras miraban el mar como en estado hipnótico.
Después de un silencio profundo, su hermana contestó:
*Porque me defiendo al verme proyectada en vos, o sea porque hago lo mismo que vos sin darme cuenta.
*Porque si me quedo callada me siento inferior a vos.
*Porque sabes que soy todo o nada en algunas cosas, aunque estoy intentando cambiarlo.
*Porque siento que vos sos más poderosa que yo y me siento inferior.
*Porque me frustro y no sé qué hacer con eso.
*Porque mamá hacía lo mismo y creo que la copié.
*Porque, además, todo el mundo critica, y no soy la excepción.
*Porque no sé por qué lo hago.
Nadia la miro a los ojos, y ante el desconcierto de Marisa solo dijo:
Hermana querida, primero que te quede claro que te amo y después, todo lo que dijiste, son excusas para no hacerte cargo de tu propia historia.