Porque tienen raíces fuertes, entonces no se resisten al viento, se dejan mover con él.
Es cierto que muchas veces se quiebran y se rompen, pero la raíz permanece intacta.
Eso mismo necesitamos los humanos.
La niñez necesita adultos protectores, contenedores, coherentes, y con paz, para crear raíces sólidas en la niñez.
Ahora bien, si sos un adulto sin raíces sólidas, es tiempo de dejar de juzgar el pasado, y empezar a crearlas ya.
¿Cómo?
Hoy existen muchas corrientes terapéuticas que te ayudan a lograrlo, solo tenes que decidirte, eso es todo.