Este es un relato real; cuando lo leas puedes interpretarlo de dos maneras; una desde tu mirada crítica, otra, desde una esperanza de vida…..
Él es un hombre de 59 años, ingeniero, con 4 hijos grandes, muy deportista y muy tranquilo. Lleva más de 35 años casado con su mujer. Se acerca a consultarme porque quiere separarse, pero aún no puede tomar la decisión.
Comienza su relato diciendo que estudió la carrera que sus padres le indicaron, porque quería ser profesor de educación física y que se casó con la mujer que eligió su madre y que ahora que su madre está con Alzheimer y que no reconoce a nadie, siente que es el momento para tomar sus propias decisiones.
Sabe que ha pasado la vida obedeciendo el ¨Mandato Familiar¨, pero hasta hoy no se animó a romperlo.
Personalmente, mi mirada es esperanzadora. Siempre creo que estamos a tiempo de producir cambios que nos hagan sentirnos felices. Cambios que colaboren con nuestra descendencia a crecer y elegir por propia voluntad lo que quieran. Creo que aprendemos de los errores más que de los aciertos y que es muy valiente reconocer en el último tramo de la vida, que es posible vivir mejor.
Ojalá éste ejemplo te inspire en cualquier orden de tu vida.
¡Nunca, absolutamente nunca es tarde!
Rosaria Verissimo-Terapeuta Floral