Estoy en un avión; el vuelo es solo de 3 horas. Me siento en el asiento del pasillo. Del otro lado del mismo se sienta una chica de 35 años aproximadamente. Se acomoda, se duerme al momento e inmediatamente comienza a roncar.
La miro con fastidio y con cierta envidia de la rapidez con que concilia el sueño. Me pongo los auriculares para no escucharla.
A la hora aproximadamente el avión comienza a atravesar una tormenta. Se mueve con cierta intensidad y como cualquier persona que haya pasado por una situación similar y traumática, comienzo a inquietarme.
Apoyo una mano en el respaldo del asiento de adelante y con la otra me tomo del apoya brazos. Medito e intento relajarme usando las mil herramientas que tengo, y de repente, una mano calentita y amorosa se apoya en mi mano izquierda. Abro los ojos, giro y es la muchacha roncadora, que en un portuñol me dice, tranquila todo está bien.
La miro, le agradezco, le digo que estoy bien, ella sonríe y me muero de vergüenza. Le cuento de una experiencia muy traumática que tuve hace 30 años en un vuelo, como justificando el miedo que cargo y en mi mente y mi interior le pido disculpas por haberla juzgado.
Moraleja: Revisemos la cantidad de veces que juzgamos en el día, aceptemos nuestra acción, pidamos disculpas a la otra persona y a nosotras mismas y retomemos el camino del aprendizaje.
Rosaria Verissimo
#yoga #biodescodificacion #t3erpaiafloral #elixiresfloralesverissimo #floresdebach #psicomagia #cosmovisionandina