Ella a quien llamaré Mariana, tiene 50 años, de los cuales 30 fumó tabaco y hace un tiempo decidió dejar de hacerlo.
Me habló preocupada porque desde entonces, aumento unos kilos y aún le cuesta manejar su ansiedad.
Hablamos de comprender y aceptar los tiempos del ¨proceso¨.
Sonriendo me dijo: ¿sabes lo que más me cuesta manejar?, EL TIEMPO LIBRE. ¨Me di cuenta que, cada vez que me fumaba un puchito (20 por día) me sentaba, a veces tomaba mate, me iba afuera de la casa o del negocio, miraba el teléfono, o sea, eran pequeños recreos repartidos a lo largo del día que ahora no tengo, y no sé qué hacer, estoy como perdida¨.
Reflexión:
Las transiciones en ocasiones son fáciles y otras no tanto. No hacer nada puede ser maravilloso, sólo hay que trabajar con la creencia de que siempre hay que ser productivo. Esa creencia es para la economía, el corazón y el amor no entiende de economía, entienden sólo de HONRAR LA VIDA.