Ella me dijo sorprendida, ¿vos con estrés? a lo que contesté, todavía estoy en la tierra, no soy la Madre Teresa de Calcuta.
Al otro día otra persona me dijo, ¿no será mejor no mover nada del pasado?
Lo cierto es que la vida está llena de caos y sombras. Hacerse cargo y llevarlas a la luz es lo ideal, para llegar a la muerte lo más liviana posible.
Reconocer y abrazar la vulnerabilidad humana es un acto de humildad.
P.D: Elegir cosas con el corazón, parafraseando a Kuselman, trae más luz y menos caos.