SE PUEDE VOLVER A VIVIR
Soy Alicia y tengo 70 años. Decido contar mi historia, porque creo que no es solo mía, sino de muchas mujeres.
Fui abusada reiteradamente cuando era una niña, por un familiar directo y cercano.
Produjo en mí, una tortura silenciosa; supo perfectamente cómo abordarme, confundirme y amenazarme y lo hizo tan inteligentemente, que como niña creí que lo hacía por amor.
De joven volví a ser abusada violentamente. Esta vez el abusador tenía un discurso amenazante; me decía ¨si lo cuentas, quién te creerá¨.
Durante años me sentí sucia y el sexo paso a ser algo horroroso, algo así como un castigo.
Perdí la autoestima y me propuse en adelante no sentir.
Tuve miedo y mantener el secreto tanto tiempo me hizo mucho daño, hasta que un día decidí contárselo a mi madre. Para mi sorpresa, ella reaccionó de una manera inimaginable, ¨no me creyó¨. Y no sólo eso, sino que agregó frases que me desestimaron y me hicieron sentir aún peor. ´Algo habrás hecho para merecerlo; que tu padre no se entere porque lo mata¨.
Crecí con esos mandatos familiares y desde luego busqué parejas que me maltrataron, me hicieron sentir culpa, y me castigaron, entre otras cosas.
Hoy en mi madurez decido hablarlo, contarlo y compartirlo con otras mujeres.
Puedo afirmar que después de muchos años de terapia y distintas técnicas me siento mejor y más liberada. Tengo una nueva pareja y estoy muy feliz. ¡He vuelto a vivir la vida!
Si al leer mi relato, te sientes identificada, te sugiero que busques ayuda con otras mujeres a las que les haya sucedido lo mismo; consulta con profesionales y grítalo muy fuerte por todos los medios, para que no le suceda a ninguna mujer más del planeta.
Entre todas podremos lograrlo.